Grabado Contemporáneo en Valparaiso-Viña del Mar

Álvaro Donoso 

Aproximaciones al Inicio del Grabado Contemporáneo en Valparaiso-Viña del Mar

Este artículo surge a partir de los muchos pedidos de artistas del Grabado y personas vinculadas al arte regional, las cuales por años me han solicitado que cuente de alguna forma como surgió la renovación del mismo, tanto en la enseñanza como en la propuesta conceptual, y puesta en escena, a partir de los 90.

Otro de los motivos que me empuja a escribir del tema, es la exposición de Grabado en el Centro Cultural ex Carcel de  Valparaíso. Ver en ese espacio lo fructífero que es el grabado regional actualmente después de 20 años.

Esta aproximación no pretende ser, “la verdad” histórica del surgimiento del grabado contemporáneo en la región, ni mucho menos, es solamente una visión personal a los acontecimientos propios de la época.

El Grabado en ambas ciudades surgió a partir de don Carlos Hermosilla Álvarez, quien con una visión de futuro y enorme generosidad (que lo caracterizó toda su vida) formó el Taller de Grabado en la recién creada Escuela Municipal de Bellas Artes de Viña del Mar, el año 1939.

Esa fue la primera generación de artistas del grabado regional.

De dicha generación y de las proyecciones e influencias que desarrollaron posteriormente, no hablaremos en esta ocasión ( hay que hacer referencia a el libro La Línea en la Memoria. de Alberto Madrid Letelier.1995), único texto formal que se a publicado al respecto.

Después de el alejamiento, no voluntario, el año 1973, de don Carlos del Taller de Grabado de la Escuela Municipal de Bellas Artes de Viña del Mar, el grabado regional se sumió en un letargo por décadas, propio de la época política que se desarrolló y que todos conocemos.

Antes de los años 90, el grabado en la región era el esfuerzo de algunos artistas por exponer sus obras en Centro Culturales y Institutos Binacionales, entre cuales estaban Virginia Vizcaino, Gladys Figueroa y Victor Maturana, quienes desde la trinchera del Taller de Grabado de la Escuela Municipal de Bellas Artes de Viña del Mar, intentaban mantener vivo este medio de expresión.

La enseñanza del Grabado en la Región era muy deficiente, y orientada esencialmente a una metodología clásica ( Desplazamiento de la Memoria. Alberto Madrid Letelier. 1996), por lo mismo no surgían nuevas propuestas ni artistas, exceptuando a los anteriormente nombrados.

Por varios años tanto la Directora como profesores y artistas regionales me pedían que hiciera algo en el Taller de Grabado de la Escuela, yo les explicaba que no estaban dadas las condiciones para ello.

Hay que hacer presente que la mayor parte de quienes me conocían era partir de mi trabajo en Santiago, en el Taller 99, con Nemesio Antúnez, y a la vez los premios y participación en Concurso Nacionales e Internacionales de Grabado.

Sería inoficioso hablar de los pormenores al respecto.

Después de mi exposición individual en la Sala “El Farol” de la Universidad de Valparaíso, en Agosto del año 1990 (donde la puesta en escena nunca se había visto en la región, grabado, video, perfomance), se me pidió que me hieciera cargo del Taller de Grabado de la Escuela Municipal de Bellas Artes de Viña del Mar.

Cuando asumí como profesor del mismo, el año 1991, no existía (como lo dije anteriormente) una manera adecuada de enseñar el grabado en la región, a pesar de la cercanía con Santiago, era totalmente distinta, muy atrasada.

Debido a mi formación o deformación, tanto en la fotografía, el dibujo, el cómic, la ilustración y el grabado, y a la vez haber recibido la extraordinario apoyo conceptual, moral, técnico y creativo de los dos Grandes Maestro del Grabado Chileno y la enseñanza, como fueron don Carlos Hermosilla y Nemesio Antúnez;con visiones distintas pero enormemente generosos en su quehacer diario, tenía y tengo siempre una propuesta que no solamente concierne al grabado tradicional, sino también a los márgenes conceptuales del mismo.

Nemesio Antúnez (creador del Taller 99), miembro del Taller de Hayter (formador del Grabado moderno en el mundo) en Nueva York, me trasmitió la forma y el fondo de la enseñanza del mismo, que hasta hoy pongo en práctica.

Mi primera propuesta era reunir y formar un grupo de artistas, creativos, técnicamente buenos y a la vez que difundieran y proyectaran el grabado, que produjera la necesidad de hacer cambios fundamentales y a la vez convertir a la región en un Centro del Grabado.

Para lo anterior encontré un grupo extraordinario de artistas que procedían tanto de la Escuela de Bellas Artes de Viña del Mar como de la de Valparaíso, entre ellas y ellos; Iván Diáz, David Contreras, Mónica Valladares, Elena Calderón, Carmen Gloria Álvarez, Fabiola Garrido, Roberto Acuña, Silvia Herrera, Ximena Opazo, entre otras y otros muchos, que fueron quienes depositaron su confianza en mi propuesta.

Posteriormente a ellos se sumaron otras y otros que con su empuje, ganas de transformar el mundo, han optenido notables logros, como son: Christian Carrillo, María Teresa Horth, Ana María Lang (QEPD), Rodrigo Miranda, Fernado Ossandón, Antonella Rojas, Margarita Toro, Francisca Agurto, Marilú Dávila,Tamara Valdovinos, Roberto Acosta, Virginia Maluk, Gabriela Robin, muchas y muchos más.

Después de unos meses de trabajo con la primera generación de artistas, decidimos exponer en el Centro Cultural de Viña del Mar ( Diciembre de 1991).

En el año 1992,después mi experiencia en Santiago y de haber participado en varías muestras del Centro del Grabado (que fue creado a finales de los 80, en la capital), me surgió la idea, junto a algunos alumnas y alumnos (Ximena Opazo, Cármen Álvarez, Iván Díaz, Elena Calderón, David Contreras y Silvia Herrera ), y a la participación de Virginia Vizcaíno, Gladys Figueroa y Víctor Maturana, junto con hablar de este proyecto por mucho tiempo con el artista y Crítico de Arte Alvaro Donoso (QEPD),replicar esta agrupación en la región, ya que en Santiago había dejado de funcionar. Los invité a todas y todos a reunirnos en el Taller de Grabado de la Escuela. Se sumaron también Edwin Rojas y Claudia Cataldo. Posteriormente Pilar Domínquez.

Es importante hacer referencia a Álvaro Donoso, impulsor primordial en este movimiento del Grabado contemporáneo, con el apoyó permanentemente a cualquier instancia en esta dirección, ya sea como artista participante o a través de su critica de arte en la “Estrella de Valparaíso”.

Otra persona que se involucró fue Carlos Lastarria, crítico de arte de la “Estrella de Valparaíso”, y por muchos años Director de la Galería Municipal de Valparaíso, en la cual se desarrollaron con su apoyo muy buenas exposiciones de Grabado regional (Una Década de Grabado en la Galería Municipal, año 2000).

La propuesta inicial fue juntarse para desarrollar proyectos expositivos juntos.

Al hacerse cargo Virginia Vizcaíno del Taller de Grabado de la Escuela de Bellas Artes de Valparaíso, y con la llegada de Pilar Dom匤guez al Taller de Grabado de la Universidad de Playa Ancha, junto a el Taller de Grabado de la Escuela de Bellas Artes de Viña del Mar, poco a poco surgió una enseñanza del Grabado en la región, que no existía desde los años 70, con exposiciones individuales y colectivas, participación en concursos y muestras internacionales, que hasta hoy se fundamenta plenamente.

Este breve escrito al respecto es un homenaje a quienes han hecho ( a veces anonimamente), un aporte enorme al desarrollo del grabado actual ( que está muy vivo), para que las generaciones actuales se informen de primera mano de quienes han sido, son y serán, al igual que don Carlos Hermosilla Álvarez (guardando las proporciones), con esfuerzo y dedicación, gestores y promotores de esta maravillosa disciplina artística.

PD. Pido excusas si alguien no aparece u/o la omisión de algunos pormenores o hechos no son tan exactos, como uno quisiera.

Marco Antonio Sepúlveda

Artista Visual